Académica EPUC expuso sobre cómo enfrentar la crisis social en niños y niñas

En el marco de un ciclo de clases abiertas convocado por el Centro de Investigación del Abuso y la Adversidad Temprana (CUIDA), para reflexionar en relación a la crisis social actual y su impacto en las personas, la directora académica del Centro y profesora de nuestra Escuela, María Pía Santelices, expuso junto a Josefina Martínez, psicóloga infanto juvenil y miembro del directorio de CUIDA, sobre «Cómo ayudar a enfrentar la crisis social en niños y niñas».

Ambas expertas reflexionaron sobre cómo las situaciones de estrés afectan a los más pequeños y la importancia de ser empáticos y propiciar su participación. “Nos olvidamos de que los niños y niñas no tienen los recursos para procesar y superar esta crisis (…) ellos necesitan que el adulto genuinamente se interese por lo que les pasa y ayudarles a procesarlo, dejarlos que se expresen y abrirnos su mundo interior, para así ayudarles a comprender y dar sentido a lo que pasa”, comentó María Pía Santelices.

Las recomendaciones generales entregadas fueron: en todo momento tener una actitud de escucha activa, sensible, mentalizante  y empática;  siempre usar un lenguaje adecuado y fácilmente entendible; y dar espacio para que los niños y niñas puedan expresar sus dudas e inquietudes frente a la información recibida.

“Es clave reforzar la empatía con nuestros niños, oír sus preocupaciones, pero también compartir las nuestras, conversar sobre sus angustias, pero sin aumentar la sensación de peligro (…) en vez de negar sus emociones validarlas, porque hay muchas cosas que en una crisis son normales y debemos acompañar a los niños para que estas experiencias no se transformen en traumáticas”, agregó la académica.

Para ayudar a los padres en esta tarea, la académica expuso dos iniciativas de las que ha sido parte. La primera una «Guía de apoyo psicológico a la primera infancia en tiempos de crisis social y hechos de violencia», material elaborado junto a las académicas EPUC Chamarrita Farkas y Marigen Narea, y que contiene sugerencias para padres de niños(as) de 0 a 5 años. En éste se enfatiza la importancia de una actitud sensible; una actitud mentalizante, es decir que el adulto le “traduzca” (más que solo relatar o describir) lo que está sucediendo; y de una actitud empática.

También se presentó la “Guía para padres y educadores ¿cómo acompañar a niños, niñas y adolescentes en la situación de crisis actual?”, elaborada por el Centro CUIDA y Línea Libre, programa de la Fundación Para la Confianza. En ésta algunas de las orientaciones que se señalan son: escuche ideas y emociones de niños/as y adolescentes; transmita seguridad; explique lo que sucede con palabras simples; valide sus emociones; recuerda que es una situación de excepción; comparta sus emociones; proteja a niños y niñas de imágenes violentas; aclare que es una situación transitoria; entre otras.

Un material diseñado para los niños y niñas

Por su parte, Josefina Martínez, enfatizó que “cuando hay un trauma, o un estrés como en estos días de estallido social, nos olvidamos de que los niños y niñas no tienen los recursos para procesar la situación”. Para ayudarles se elaboró “Construir Esperanza, Cuando enfrentamos un conflicto social: Un cuaderno para niñas y niños”, de las fundaciones Travesía, Metáfora y Federicas. El material, comentó la experta, es un cuaderno didáctico que permite a niños y niñas procesar el cúmulo de información y estímulos que han recibido en este tiempo, obedeciendo a principios de intervención en crisis. «El objetivo es ofrecer un espacio de participación y una herramienta para recoger la experiencia de las niñas y niños y compartirla con un adulto significativo», comentó.

El cuaderno se divide en tres: una primera parte donde se contextualiza lo ocurrido y se entrega información sobre la crisis social; una segunda, donde se aborda la dimensión emocional de la experiencia a través de distintos juegos; y la tercera, donde se les ayuda a buscar estrategias personales y relacionales para lograr la estabilización emocional,  y a visibilizar la propia red de apoyo y un futuro esperanzador.

“¿Por qué un cuaderno de actividades?, ¿por qué con juegos?, ¿por qué una bitácora?: porque los sitúa en un rol activo y contrarresta la sensación de impotencia y pasividad; los releva al rol de protagonista y co-autor del libro; permite procesar la información a través de distintos canales sensoriales (visual, auditivo, kinestésico); porque los juegos hacen que el cuaderno sea amigable e invitador y de manera distinta, posibilitan la expresión del miedo y del dolor”, señaló Martínez en su presentación.


Información periodística: Gina Norambuena Martínez.

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